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¿Qué es la felicidad? ¿Para qué sirve ser feliz? ¿Se puede medir la felicidad? ¿Qué pasa en nuestro cerebro cuando somos felices? ¿Podemos reprogramar nuestro cerebro para ser felices? En el último Club de Desarrollo Personal y Liderazgo en el que hemos tratado la Neurofelicidad: cómo reprogramar el cerebro para ser felices, Manuela Martínez, Doctora en Medicina y Cirugía, Catedrática y Directora del Departamento de Psicobiología de la Universidad de Valencia, tuvo el reto de hacernos entender que la auténtica felicidad no sólo es posible, sino que lejos de depender de la suerte y de los genes, puede cultivarse identificando y utilizando muchas de las fortalezas y rasgos que ya poseemos. Así lo dijo nuestra invitada “puedes tomar el control de tu cerebro y hacer que trabaje para ti”.

Comenzamos la sesión con la definición de felicidad, ¿qué es la felicidad? El filósofo y médico inglés, John Locke ya decía que “el ser humano se olvida siempre que la felicidad es una disposición de la mente y no una condición de las circunstancias”. Así que aplicando las “fortalezas personales” en los ámbitos cruciales de la vida, no sólo podremos desarrollar protecciones naturales contra las emociones negativas, sino que podremos situar nuestras vidas en un plano nuevo y más positivo.

“El verdadero secreto del camino a la felicidad es la determinación, el esfuerzo y el tiempo”, apunta el actual Dalái Lama, Tenzin Gyatso, es decir, es una cuestión de aprendizaje, que se puede lograr con ejercicios y disciplina.

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Algunos datos sobre la felicidad

• En 2012, la Organización de las Naciones Unidas aprueba una resolución en la que decretó que “la búsqueda de la felicidad es un derecho humano fundamental” declarando el 20 de marzo como el Día Internacional de la Felicidad.

• Más de cien universidades, de las más prestigiosas del mundo, como Harvard University o Wellington College,  ya cuentan entre su oferta con la asignatura “La Felicidad”, teniendo un éxito rotundo, ya que se trata de las asignaturas más concurridas de los campus universitarios.

• Ser feliz es económicamente positivo y así lo saben los estados que cada vez tienen más en cuenta estudios como el “World Happiness Report”, que establece un ranking de los países en función de su grado de felicidad. ¿Quiénes están en el top 5? Dinamarca, Noruega, Suiza, Países Bajos y Suecia. ¿Y España? España aparece en el puesto número 38 del ranking. El deseo de ser feliz es tan importante que, en la actualidad, algunos países han empezado a medir su desarrollo en función del Índice de Felicidad per capita.

¿Y la neurofelicidad?

“Es la unión de las neurociencias conjuntamente con la psicología positiva” explicaba la ponente que en la actualidad dirige estudios de postgrado en Neurocriminología y Neurofelicidad y que recientemente ha publicado el libro “Escucha tu cerebro: la clave de la neurofelicidad”.

Los actuales conocimientos y estudios sobre el cerebro nos indican que la felicidad no es un estado al que se llega por azar, sino que es el resultado de la actividad de unos circuitos cerebrales diseñados por la evolución para producir este estado de bienestar, en los que intervienen neurotransmisores específicos. Así, la felicidad puede estudiarse científicamente como cualquier otra función de la mente humana, siendo el conocimiento sobre qué activa estos circuitos lo que nos permite actuar, de forma voluntaria, en nuestro beneficio.

[Img #4619]Pero la pregunta que todos nos hacíamos es ¿realmente podemos reprogramar el cerebro? Aquí tuvo que trabajárselo la doctora, porque había más de un escéptico en la sala, pero lo consiguió.

La última revolución en la neurociencia nos dice que el cerebro, tanto en su estructura como en su actividad, es muy moldeable, lo que se denomina neuroplasticidad. Como dijo Santiago Ramón y Cajal: “El ser humano puede ser el escultor de su propio cerebro si se lo propone”.  Y esta reprogramación de nuestro cerebro podemos llevarla a cabo a tres niveles: controlando nuestro pensamiento, nuestra emoción y nuestra conducta. Así, todos podemos ser más felices de lo que somos, más allá de nuestra genética y nuestras condiciones sociales. Además, el estar felices tiene grandes efectos beneficiosos en todos los aspectos de nuestra vida, desde nuestra salud a las relaciones familiares e íntimas, así como en la consecución de logros que consideramos importantes.

Ser feliz requiere, por tanto, un esfuerzo diario, constante, pero si lo hacemos aumentaremos la confianza en nosotros mismos, disfrutaremos en mayor medida de nuestras vidas y tendremos fortaleza para superar los avatares que la vida nos vaya deparando.

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La sesión fue muy intensa y nos indujo a la reflexión durante las más de dos horas en las que vimos desde la neuroquímica de la felicidad, la neuroplasticidad, la importancia de ejercitar la corteza pre-frontal y controlar la amígdala hasta practicar cómo podemos reprogramar el cerebro para ser felices.

Para finalizar nos propuso el siguiente ejercicio: piensa en un problema que tengas con otra persona o grupo y que no puedas solucionarlo. ¿Cómo lo has abordado? La clave está en cambiar tú, porque solo tú puedes controlar tu cerebro, así que lo debes hacer es crear nuevas estrategias de solución centradas en tu propio cambio. Como decía la escritora española Carmen Martín Gaite “si algo he aprendido en la vida es a no perder el tiempo intentando cambiar el modo de ser del prójimo”.

En la know box tenéis la presentación completa de la sesión y la semana que viene también tendréis disponible el vídeo completo de la interesante sesión.

“No dejes que acabe el día sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños. No te dejes vencer por el desaliento. No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte. No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario. No dejes de creer que las palabras y la poesía, sí pueden cambiar el mundo. Disfruta del pánico que te provoca tener la vida por delante. Vívela intensamente, sin mediocridad. Piensa que en ti está el futuro y afróntalo con orgullo y sin miedo. Aprende de quienes puedan enseñarte. Las experiencias de quienes te precedieron, de los “poetas muertos”, te ayudarán a caminar por la vida. La sociedad de hoy sois vosotros, “los poetas vivos”. No permitáis que la vida os pase de lado, sin vivirla”. Walt Whitman.