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José Joaquín Marí, especialista en Recursos Humanos y facilitador autorizado The Leadership  Circle, fue el invitado en el encuentro del mes de mayo del Club de Desarrollo Personal y Liderazgo. Durante su charla nos habló del concepto de liderazgo creativo y de cómo desarrollarlo en el seno de la empresa. En esta entrevista,  podéis conocer más sobre este modelo de liderazgo y sobre los beneficios que conlleva tanto en las empresas, como en la vida personal de aquellos profesionales que lo aplican.

 

Definiendo el liderazgo creativo
Al inicio de la sesión, Joaquín Marí, quiso aclarar que cuando “hablamos de liderazgo creativo no nos estamos refiriendo a un liderazgo basado en la creatividad sino más bien en la creación. En la creación de nuevas formas de pensar, nuevos hábitos, etc. Frente a una situación compleja, tenemos dos opciones: podemos actuar de forma reactiva, apagando fuegos según se vayan dando las circunstancias o de forma creativa, actuando y cambiando nuestra percepción y nuestras capacidades para superar ese reto”.

También quiso desmitificar que el liderazgo fuese un tema de sentido común. “Es algo extraordinario y que hay trabajar. Además no es solo una cuestión de voluntad, sino que para lograrlo se necesitan herramientas. Conseguir ser un buen líder es un proceso que requiere de un gran autoconocimiento y de una metodología. Necesitamos saber cuáles son nuestros puntos fuertes y nuestros puntos débiles para poder potenciar los primeros y minimizar los segundos”, comentaba Marí.

The Leadership Circle
Para abordar este proceso hacia un liderazgo creativo y efectivo José Joaquín Marí nos presentó la herramienta The Leadership Circle, de la que él mismo es representante en nuestro país.

Esta metodología contempla cuatro fases o etapas en el liderazgo:

  • El autodescubrimiento. ¿Qué valores y creencias tengo? ¿Qué es verdad absoluta para mí? ¿Qué me resulta intolerable o inconcebible? “No debemos olvidar que estos pensamientos o creencias son los que determinan nuestra forma de comprender el mundo, la empresa, etc. y los que determinan cómo actuamos”, señalaba Marí.
  • La introspección. ¿Cómo soy? ¿Soy una persona ambiciosa? ¿Me gusta controlarlo todo? ¿Trato de evitar el conflicto? ¿Soy complaciente?
  • Aprender y desaprender. ¿Cuáles de las creencias que tengo, de mis pensamientos, de mis hábitos son adecuados y cuáles debería tratar de cambiar? “Muchas veces creemos que algo es verdad absoluta y no lo es, simplemente es cómo nosotros lo percibimos por la educación que hemos tenido o por las vivencias que hemos experimentado”, comentaba Marí y añadía que “para evolucionar, y crecer como líderes, debemos darnos cuenta de si estas cosas que para nosotros son inamovibles y que condicionan nuestro carácter y nuestra forma de actuar, son realmente ciertas”.
  • Autoliderazgo. Una vez tenemos un conocimiento profundo sobre nosotros mismos y sabemos que aspectos de nuestra personalidad o de nuestras creencias nos están limitando, debemos ser capaces de, paso a paso, ir quemando etapas e ir cumpliendo los retos y objetivos que nos hemos planteado para mejorar como profesionales y como personas.

“Muchas veces cuando se habla de desarrollo y de liderazgo se habla de adquisición de nuevas habilidades y competencias. Cuando un directivo quiere mejorar sus dotes de liderazgo en lo primero que piensa es en hacer un curso de formación. Pero el conocimiento si no hay un trabajo de introspección en paralelo”, argumentaba Joaquín.

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Por otro lado, Joaquín Marí comentó que la principal novedad que incorpora la metodología de The Leadership Circle es que identifica junto a las competencias positivas que nos pueden llevar a un liderazgo creativo, once patrones de comportamiento o hábitos de pensamiento que pueden limitar el desarrollo del liderazgo como pueden ser el ser demasiado controlador, critico, arrogante, complaciente o tener un ego muy marcado. “La gente con un ego elevado suele pasarlo mal con esta metodología. Darse cuenta de las limitaciones y las carencias que uno tiene no siempre es fácil, pero es algo necesario para convertirse en un buen líder”.

Resultados
En la mayoría de las empresas, como por otra parte es comprensible, se busca en cada acción la obtención de resultados, pero en el caso del liderazgo debemos comprender que se trata “de un fin en sí mismo y no de un medio”. “Evidentemente si nuestra empresa está gestionada por buenos líderes, nuestro equipo estará más motivado y nuestros clientes más satisfechos, lo que repercutirá de forma favorable en nuestra cuenta de resultados”.