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Belén-San-Esteban

Cuéntanos un poco sobre tus inicios profesionales, eres Ingeniero Industrial por la UPV y MBA por el Instituto de Empresa de Madrid, y has desarrollado durante años tu labor en el mundo de la empresa…

Terminé Ingeniería Industrial en 1996 y empecé a trabajar prácticamente enseguida. Al acabar la carrera no tenía definido hacia dónde me quería desarrollar como profesional y empecé a trabajar en el primer empleo que conseguí. Estuve en el sector del plástico hasta el 2000. Mi trabajo tenía una componente técnica y otra de gestión de proyectos. El mundo de la gestión empresarial me parecía mucho más interesante y un campo nuevo después de la formación que como Ingeniero había recibido, por ese motivo, decidí cursar un MBA.
Cambié de sector; al metal y, de tipo de trabajo cuando entré a trabajar en VALEO donde estuve en el Departamento de Compras y Comercial.
Y, en 2004 regresé a Valencia a trabajar de nuevo en una PYME como Directora de Compras.

¿Es “Diario de un Despido” un libro autobiográfico?

Diario de un Despido es un libro basado en mis vivencias y mi experiencia personal en mi propio proceso de despido. Pero no creo que pueda decirse autobiográfico;  sería una biografía muy corta.

Podrías hacernos un breve resumen…

Diario de un despido es un libro cuyo contenido sorprende. Como escritora primeriza creo que me he equivocado en el título; la gente imagina un libro duro y triste y, por eso también, creo que está gustando… porque sorprende de verdad. Tiene mucho contenido divertido e irónico, situaciones que no crees que pueden pasar y que pasan y en las que la gente se identifica. Está lleno de anécdotas y situaciones que despiertan el interés del lector desde las primeras páginas.

El libro relata, en formato de diario, las situaciones que se suceden en una empresa familiar durante el proceso de despido de la protagonista: la directora de compras. Desde la primera semana cuando le dicen “te vamos a despedir” hasta la última de permanencia en la empresa cuando efectivamente la despiden y se produce el desenlace.

¿Qué aconsejarías a las personas que actualmente están viviendo un proceso como el que se narra en el libro?

Aconsejar es difícil. Cada uno tiene que ver cuál es la fortaleza que posee para afrontar su situación y digo “su” porque cada despido es distinto. El proceso de despido que se narra en el libro no es común; lo más normal en un proceso de despido es que dure menos de treinta minutos entre el comunicado y recoger las cosas… Pero la vida está llena de episodios que no son comunes.

Creo que lo más importante es estar bien con uno mismo en todo momento, saber lo que quieres y lo que te interesa. También es importante conocerse y saber la carga que uno es capaz de llevar sin que le afecte demasiado.  A veces no compensa sufrir por sufrir y conviene negociar.

Además considero que hay que desmitificar el despido. ¿Cuánta gente quedará en un tiempo que no haya pasado nunca por un proceso de despido? Antes no era lo  habitual, pero cada vez es más común, hay más movilidad en las empresas, los trabajos ya no suelen ser para toda la vida.

Hay gente que se extraña de que haya escrito un libro sobre mi proceso de despido y de que hable sobre ello tan abiertamente. Pero es la realidad. Me han despedido. Por un motivo u otro. Y no pasa nada. No pienso que sea algo que deba esconder.

En tu libro hablas de la autoestima profesional, de la degradación del estatus, de la falta de trabajo en el propio trabajo… ¿cómo se supera todo esto?

Para mí lo más duro fue la falta de trabajo en el trabajo; la obligación de permanencia en el puesto es muy, muy aburrido. La autoestima profesional hay que cultivarla día a día por uno mismo y ganarle la batalla a las valoraciones ajenas que en general, son subjetivas.
El estatus…¿qué más da? Al final todos somos uno más.

En el libro tratas con ironía a los típicos personajes de la empresa familiar valenciana como la “gobernanta” o el “sobrino”, ¿qué crees que debería cambiar en la PYME familiar valenciana?

La profesionalización de la familia o su exclusión.

¿Cómo surge la idea de escribir el libro? ¿Habías pensado con anterioridad en dedicarte a la escritura?

Siempre hay algo que piensas que algún día harás.  En mi caso, era escribir un libro. Siempre me ha gustado mucho leer y era una idea “romántica” que tenía en la cabeza. Pero el día a día profesional había sido para mí siempre tan intenso que no había tenido tiempo. Además no sabía si iba poder, si sería capaz. Nadie me había enseñado a escribir.

Y cuando me despidieron pensé que era el momento. Había acabado agotada y necesitaba un tiempo de relax. Y me decidí a escribir. Y, la verdad, es que estoy muy contenta con la experiencia.

Escribir ha sido para mi, durante unos meses, mi trabajo. Requiere mucha dedicación. No se puede compaginar con una labor de ingeniería en una empresa.

diario-de-un-despido-por-Belén-San-Esteban¿Qué te comentaron tus amigos, familiares y colegas cuando iniciaste esta aventura?

Cuando empecé con el proyecto mi gente se sorprendió. Pero había vivido una experiencia tan surrealista que creía que merecía ser contada. Era lo que me apetecía hacer en ese momento. Así que escribí las primeras cincuenta páginas y se las envíe a una conocida que es editora para que me diera su feedback y ver si continuaba o no escribiendo. Me dijo que le gustaba y me animó a seguir. También me dijo que a ella le interesaría editar un libro de gestión profesional temático y que podía darle ese enfoque a mi historia, pero a mí me salía contada en forma de novela.

Luego mientras iba escribiendo lo iba leyendo mi familia y una amiga. Y, cada vez que les entregaba una parte, me pedían más. Mi familia siempre me ha dado mucha libertad y confianza para hacer las cosas. Imagino que pensaron que podía hacerlo bien porque no intentaron quitarme la idea de la cabeza.

Mi madre vivió el proceso muy intensamente, se cabreaba con ciertos pasajes del libro por las cosas que había vivido durante el proceso de despido. Mi hermano y una de mis mejores amigas me comentaron que se habían reído mucho leyendo. La verdad es que todos me animaron y me ayudaron mucho. Yo siempre digo que fue un proyecto “family&frieds”, al menos así lo viví.

Al acabar de escribir el borrador decidí que lo leyera alguien imparcial, que no me conociese. Fue un amiga de un amiga, Carolina Cordón, que es una gran lectora. Y su respuesta fue muy valiosa para mí. Me dijo que le había enganchado y que le parecía muy interesante. Y eso me dio ánimo para continuar.

Además has afrontado este reto desde la autopublicación, ¿qué ha sido lo más complicado?

Antes de llegar a la autoedición tratas de seguir el camino habitual. Tienes tu historia y buscas quién te la publique. Pero cuando llevas un par de meses enviando tu escrito y te lo devuelven intacto, que parece que ni siquiera lo han leído, piensas que al final va a acabar en un cajón. Y te decides a hacerlo tu mismo. Al final es plantearte si te lo puedes permitir económicamente. Yo he hecho una tirada de 1.000 ejemplares. Y, me está yendo muy bien… tanto que ya estoy pensando en una segunda edición.

Tengo unas amigas que tienen un estudio, Lemon Art Studio, y que me ayudaron mucho con la maquetación, el diseño de la portada, tenían contactos con una imprenta…

Además hay muchos pasos que desconoces y que nunca te has planteado, como el registro en la propiedad intelectual, el ISBN, el depósito legal, etc. Vas aprendiendo sobre la marcha. El mundo de la cultura en España está muy regulado.

¿Y lo más gratificante?

Cuando el pasado mes de agosto tuve los ejemplares empecé a distribuirlos entre mis amigos y mi nucleo más cercano. Y gracias a ellos ha empezado a llegar a más gente. Es muy gratificante, cuando alguién ajeno al mundo de la empresa, madres de amigas mías por ejemplo, te llaman y te dicen que han disfrutado mucho leyendo tu historia.
Por otro lado, en la página de Facebook que he creado sobre el libro (Diario de un Despido) hay gente opinando y comentando libremente y de forma muy positiva sobre el libro. Entonces piensas, que has hecho un proyecto que está alejado de lo que es tu ámbito profesional habitual, y que está gustando y eso no se paga con dinero.

¿Cómo afrontas la distribución, venta y promoción de la novela?

Estoy muy contenta porque hice mil unidades y exclusivamente con el boca a boca, que es el marketing más antiguo que hay, he conseguido llegar a gente que no está en mi núcleo más cercano y se han vendido un porcentaje elevado de los libros.

Trato de moverlo en el Facebook (https://www.facebook.com/diario.deundespido) y en Twitter, he mandado una newsletter en Navidad a toda la gente que se ha interesado, he estado en algún programa de radio, presentando el libro en el Colegio de Ingenieros y en un club deportivo… Son acciones pequeñitas. Y, de momento,he conseguido tres puntos de venta para el libro aquí en Valencia: la Llibrería Ramón Llull, Bibliocafé y Llibreria Paris Valencia.  Pero el mejor marketing ha sido la opinión de la gente que lo ha leido y le ha gustado.

¿Y ahora qué? ¿Te gustaría continuar tu labor como escritora o te gustaría volver al ámbito de la empresa?

A mí me invitaron a salir de un trabajo en el que estábamos viviendo situaciones muy duras, en un contexto de crisis, y el hecho de poder, con el libro, disponer de mi tiempo, de mi capacidad creativa, a mi ritmo… fue muy liberador. Lo he disfrutado mucho.

Pero sinceramente no creo que pueda vivir de escribir como actividad principal. Aunque sí que creo que todavía Diario de un despido puede dar más de sí. Lo publiqué en agosto y como escritora novel tampoco sé cuál es la vida de un libro.

La gente me pregunta para cuándo un segundo libro y les digo que esperen, toda esta aventura me ha llevado diez meses y creo que el ciclo del libro todavía no ha acabado. No descarto hacer un segundo libro, pero aún es pronto.

Y sobre trabajar, trabajaré. No en el corto plazo, pero sí más adelante. Tuve una experiencia dura pero trabajar en gestión empresarial también tiene cosas gratificantes. Me gusta hacer cosas nuevas. Quizá pruebe en otro sector. No lo sé.