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Son muchas las empresas y profesionales que a través de la innovación crean nuevos procesos, productos o máquinas susceptibles de ser patentados o protegidos. En esta jornada, hemos querido, desde distintos puntos de vista, clarificar y profundizar sobre qué opciones tenemos a la hora de proteger nuestras innovaciones y cuál es el proceso a seguir, así como los requisitos y elementos a tener en cuenta para rentabilizar nuestra inversión.

En primer lugar, Estrella Alcón, responsable del Servicio de la Propiedad Industrial del IVACE (el antiguo IMPIVA) ha realizado un repaso a los distintos tipos de innovaciones que podemos proteger a través de la Propiedad Industrial (signos distintivos –marcas, nombres comerciales; invenciones – patentes y modelos de utilidad; diseños y topografías de productos semiconductores ). “En primer lugar hay que diferenciar entre propiedad intelectual y propiedad industrial. Por ejemplo, el código fuente de los programas informáticos o los diseños arquitectónicos solo pueden protegerse por medio de la primera. Y, en segundo lugar, hay que tener en cuenta que el registro de una marca o producto no implica que a partir de ese momento se pueda empezar a utilizar o fabricar. Se puede fabricar un producto o utilizar una marca sin tener una patente o haber registrado la marca. El registro lo único que hace es protegernos de que un tercero nos pueda copiar”.

En este vídeo, Estrella analiza el proceso de realizar una patente: duración, costes, patentes nacionales e internacionales… y clarifica términos como el de “prioridad” en el registro de patentes o marcas.  Además nos da su visión sobre en qué casos es recomendable patentar y en cuáles no es quizá lo más aconsejable.


Por otro lado, Estrella dio unas pinceladas sobre cómo navegar y sacar partido a la información que se encuentra accesible tanto desde la página de Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM) como de la del propio IVACE. “Cada vez se pueden hacer más consultas y gestiones vía web. Por ejemplo, puedes consultar la situación de tus expedientes, realizar búsquedas previas sobre marcas o patentes o conocer las nuevas patentes de un área determinada gracias a los boletines oficiales de la OEPM”.

Por su parte,  Isabel Pérez, asociada del Departamento de Propiedad Industrial e Intelectual de Garrigues Abogados, incidió sobre todo en las distintas tipologías de contratos que se pueden establecer a la hora de explotar una patente. “Cuando se realiza transferencia de tecnología es muy importante por ejemplo clarificar en el contrato a quién corresponde sufragar los gastos del mantenimiento de la patente. O cuando se realiza un contrato de cesión de patente debería exigirse en el contrato que el titular garantice es el titular del derecho y que no vulnera la propiedad de terceros y que si esto no se cumple el comprador pueda reclamar una indemnización.  Otra situación que puede darse es que queramos conservar la patente pero conceder a terceros derechos de explotación sobre la misma. En este caso, por ejemplo, es importante clarificar si la licencia es para un determinado país o si nuestro producto tiene varias aplicaciones si la licencia compete a todas ellas o solo a una. También se pueden exigir clausulas como la de ventas mínimas, en la que si el producto no alcanza el éxito previsto, la titularidad de la licencia puede perderla en favor del propietario de la licencia. También hay que tener muchas precauciones y ser exhaustivo en la redacción de los contratos de cotitularidad de una patente: cuál será el reparto de los rendimientos derivados, si uno de los cotitulares puede o no vender su parte y en qué condiciones, etc”.

Además, durante la sesión, Isabel dio consejos a los asistentes sobre cómo actuar si alguien está vulnerando sus derechos sobre la propiedad industrial o si por el contrario alguien nos acusa de infringir alguna patente. “También hay casos en los que quizá una patente no sea lo mejor, por ejemplo cuando el retorno de la inversión no es claro o cuando es muy complicado que por medio de la ingeniería inversa se pueda llegar a copiar el producto. Para este caso hay otro tipo de soluciones”, comenta Isabel. En el siguiente vídeo recogemos sus ideas y consejos.


Y para completar la jornada, hemos querido contar con la experiencia personal de dos profesionales que se han enfrentado, en distintos proyectos y situaciones, al registro de una patente. En este vídeo nos cuentan su visión sobre la importancia de las patentes y nos explican cuáles son los principales obstáculos que tuvieron que salvar durante el proceso.


Durante la charla, Francisco Verdeguer ha compartido con nosotros su experiencia desde una pequeña empresa, donde era Responsable de I+D en el sector eléctrico, en la que vivieron la experiencia de proteger su innovación. Francisco recalca que la mejor defensa no es necesariamente patentar algo, sino que tenga calidad y un buen ataque al mercado. De hecho, destaca que las patentes sirven para distintos objetivos, tales como: facilitar acuerdos con potenciales partners, introducirnos en mercados en los que no puede comenzarse de otra forma, competir con otras empresas que en estos mercados se verán obligadas a pactar contigo, ganar prestigio o ser mejor valorado en concursos y ofertas públicas. Sin embargo, si no tienes capacidad comercial para que el mercado lo conozca y lo compre, económica para desarrollar las tiradas adecuadas y no conoces el sector, la patente o la protección correspondiente no servirá para nada. Por eso, antes de embarcarse en este tipo de iniciativas debemos preguntarnos cuál es nuestro objetivo.

Las distintas dificultades del proceso

Además, Francisco ha compartido con nosotros las distintas dificultades del proceso que suelen producirse como consecuencia de la inexperiencia planteando cuestiones en torno a aspectos muy diversos.  Así, “decidir en qué países vas a patentar es esencial pero, para ello es necesario tener un plan respecto a qué mercados vas a abordar y que inversión requerirá”. Por otra parte, “los informes preliminares son interesantes antes de iniciar el proceso y, si tu patente no va a ser sólida, porque tiene antecedentes u otras circunstancias, debes valorar su utilidad puesto que va a ser poco defendible ante competidores y poco vendible”. Por otro lado,  “es importante valorar la patente o la protección elegida en su justa medida puesto que si lo que queremos es venderla o llegar a un pacto con terceros, nuestro sentimiento de “paternidad” puede llevarnos a sobrevalorarla.”

La jornada se ha cerrado con la intervención Miguel Sánchez, Subdirector de Innovación e Infraestructura de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Informática de la UPV. Miguel ha planteado otra perspectiva de la innovación, partiendo de su experiencia tanto en Estados Unidos, como en nuestro país, y por la que en estos momentos ha decidido apostar por el open source hardware, con todas las implicaciones que conlleva este tipo de iniciativas, más conocidas en el ámbito del software (pensemos en Linux o Android).

El objetivo de una patente

Por otra parte Miguel ha centrado su reflexión sobre el objetivo de una patente y su encaje en un nuevo entorno como el actual donde: los recursos son escasos y se ha de elegir bien su destino, la deslocalización es esencial a la hora de reducir costes, los países fabricantes no son necesariamente respetuosos con los derechos de propiedad intelectual y los tiempos de lanzamiento de nuevos productos se han reducido drásticamente, frente a la ampliación de los tiempos de protección de las patentes.

La importancia del tamaño de algunas empresas a la hora de proteger las “ideas”, la necesaria cooperación en muchos casos para alcanzar el éxito o la importancia de construir con otros o desde el trabajo de otros han servido para cerrar su intervención con una frase de Newton que decía “Si he logrado ver más lejos, ha sido porque he subido a hombros de gigantes”.
En la Know Box, concretamente en el apartado Otros documentos de interés, hemos subido las presentaciones tanto de Estrella Alcón como de Isabel Pérez para que podáis consultarlas y ampliar información siempre que lo necesitéis.