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El próximo 26 de febrero, en Blue red Múnich, exploraremos de la mano de Ramón Puchades las interacciones existentes entre la llamada “Internet de las Cosas” (Iot por sus siglas en inglés) y el mundo de la empresa.

Resulta evidente que Internet ha supuesto una transformación radical en el modo en el que se accede y se gestiona la información, que las redes sociales online han cambiado por completo las reglas con las que las personas nos comunicamos y relacionamos y que la incipiente Internet de las Cosas está ofreciendo un escenario de transformación en el modo en el que usamos e interactuamos con los objetos más cotidianos.

¿Están sabiendo las empresas interpretar estos cambios? ¿Están trabajando para incorporar a sus estructuras y a su gestión esta nueva realidad? Pero antes, para clarificar el concepto y comprender su importancia (se considera que el Iot va a afectar a todas las empresas en el mismo orden de magnitud que la web en los años 90) os recomendamos este vídeo.

 

A continuación veremos algunos ejemplos de empresas reales que ya se están beneficiando del uso de la Internet de las Cosas.

Inditex: etiquetas RFID

Quizá una de las aplicaciones Iot más extendidas es la tecnología RFID

El grupo Inditex (Zara, Pull&Bear, Massimo Dutti, Berskha) está implantando en sus tiendas esta tecnología. Las etiquetas RFID le dan a cada prenda una identidad propia y a través de microchip que va incorporado permiten una trazabilidad desde el almacén del proveedor a su salida de la tienda como venta. Las principales ventajas del uso de estas etiquetas se dan en cuanto a inventario y eficiencia. Por ejemplo, realizar el inventario de una tienda de 200 m2 en poco más de 2 minutos.

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Hospital Regional Universitario de Lille

El Hospital Regional Universitario de Lille, en Francia, ha instalado la solución de la empresa Care and Comfort, ‘CnCBedside’, basada en tecnología de Internet de las Cosas de Microsoft, para permitir a los pacientes una estancia más agradable en el hospital, así como proveer de información completa sobre el enfermo a los profesionales sanitarios.
Esta solución inteligente conecta los terminales ubicados en las habitaciones del hospital con múltiples fuentes de datos y un sistema de seguridad para el acceso a información crítica, que permite al personal sanitario invertir menos tiempo en buscar los datos del paciente y tomar notas para, posteriormente, volcar la información al sistema.

Se trata de pantallas táctiles personalizables que permiten a los usuarios estar en contacto con familiares y amigos vía e-mail, vídeoconferencias, etc. y acceder a contenido multimedia.

Además la herramienta supone un punto de comunicación entre sanitarios y pacientes, ya que los médicos pueden compartir imágenes, resultados de pruebas, vídeos y demás material, para ilustrar al afectado y ayudarle a conocer y comprender mejor su situación, lo que puede generar una mayor colaboración entre pacientes y personal médico y repercutir en una menor estancia hospitalaria.

El staff del hospital puede programar, asimismo, límites en el uso o configuraciones específicas según las necesidades de cada paciente.

En un futuro próximo el hospital conectará instrumentos médicos a los terminales para registrar los las constantes vitales, como la presión arterial y la temperatura o conectará scaneres que lean los códigos de barras presentes, por ejemplo, en las bolsas utilizadas para trasfusiones de sangre.

Gestión de espacios a través de beacons

Si nos centramos en el lado del consumidor y su relación con la empresa/espacio/marca, el Internet de las Cosas permitirá tener una relación más cercana con sus clientes. Todo ello a través de los beacons.

Los beacons son pequeños dispositivos que localizan a un posible cliente a través del móvil para ofrecerle ofertas personalizadas. Un ejemplo de la utilidad de esta tecnología se ha experimentado en el ‘Levi’s Stadium’, el estadio del equipo de fútbol americano San Francisco 49ers.

1.200 balizas instaladas por todo el estadio ofrecieron durante un partido del equipo, entre otros servicios, información al espectador sobre aparcamientos libres, indicaciones para llegar desde el parking hasta el asiento, la posibilidad de pedir comida a través del teléfono y de ser avisado para recogerlo en el punto más cercano cuando el pedido estuviera listo e incluso información para encontrar el aseo más cercano y con la cola más corta. 18.000 de los más de 60.000 espectadores hicieron uso de la rede wifi que ofrecía el campo  y se llegaron a transferir 3,3 terabytes de datos.

Para finalizar este repaso os dejamos con el vídeo Oportunidades de negocio en Internet de las Cosas y sus Retos Tecnológicos.